jueves, 19 de abril de 2012

A dónde nos conduce este camino?


 UN VIAJE MUY PARTICULAR


Habían recorrido varios kilómetros por un camino sinuoso, sin hallar un cartel, ni una señal, ni siquiera se cruzaron con otros vehículos .Sentían que iban rumbo a lo desconocido y sobre eso hacían bromas. De pronto, después de una cerrada curva, sus rostros cambiaron, quedaron absortos al encontrase casi de frente con una enorme reja y detrás de esta, se alcanzaba a distinguir una gran construcción.
 _   ¡Vaya!, hemos viajado casi sin rumbo  y si tenemos suerte  encontremos a alguien que nos diga dónde estamos_ dijo el conductor.
 Se notaban cansados, ya oscurecía y necesitaban bajar del auto para estirar las piernas, beber algo caliente y dormir un poco.
_ ¿Pero cómo podemos llamar a los dueños de este lugar, si no hay timbre? _preguntó José .Rodolfo, comenzó a mover la pesada reja y ésta, para el asombro de los tres, empezó a ceder._Pero esto no es correcto_ se quejó José. Rodolfo no contestó, nuevamente se subió al auto, lo arrancó y avanzó por el camino interno de la propiedad, dejando detrás de él a sus amigos, que lo miraban asombrados.
_ ¡Vamos, por favor! _ les rogó _debemos dar al menos con una persona que nos atienda y sobre todo, nos diga dónde estamos.
Después de recorrer el tramo que faltaba, los tres  se encontraban en el umbral de la propiedad. La puerta estaba entornada y José insistía en que debían anunciarse de alguna manera. Comenzaron a avanzar sigilosamente llegando al salón principal de la casa. _Hola, ¿hay alguien aquí?_ esas fueron las únicas palabras que resonaron en el recinto; luego un silencio sepulcral. Un enorme ventanal que daba al norte, mostraba el jardín casi a oscuras, sobre la pared que daba al este de donde ellos se encontraban, se alzaba una importante escalera de mármol blanco, hacia el oeste del salón había un pasillo.
_ Pero que sucede aquí_ preguntó Daniel_ ¿es que todos salieron de prisa?_ Eso debe haber ocurrido, de lo contrario, cómo se puede explicar que la puerta estuviera  casi abierta_ contestó Rodolfo._ y agregó _Seguramente van a regresar  pronto, quién va a abandonar una casa sin llevarse estos costosos muebles y objetos o al menos cubrirlos para que no se llenen de polvo_ Decía esto, mientras pasaba un dedo por la tapa de un  piano y señalaba los candelabros que estaban sobre una mesa. Decidieron recorrer todos los rincones de la propiedad, deseando encontrar algún morador. El pasillo los condujo a una enorme cocina comedor. Cuando abrieron las alacenas, estaban vacías; eso si, había agua fría y  caliente._ Encendamos unas velas y vayamos hasta el auto a buscar nuestras pertenencias así podremos abrir unas latas de pescado y verduras y comer algo, tenemos un poco de café y algunas galletas_ dijo Rodolfo.
De regreso, llamaron a los gritos a Daniel que se había quedado solo en la casa, pero éste no respondía, uno de ellos subió de dos en dos los peldaños, en una de las habitaciones pudo ver el cuerpo de su amigo que reposaba sobre una enorme cama. José también se acercó lo miró y sin estar seguro de que hacía lo correcto, lo cubrió con una manta. Salieron de la habitación en silencio._ Es increíble lo que ha sucedido, nada podemos hacer ahora_ Estas palabras las pronunció en voz baja, como temiendo que algún extraño las escuchara.
 José no podía conciliar el sueño, sentía que un frío raro recorría su cuerpo._ Me siento como un niño asustado, esperando que en cualquier momento aparezca un monstruo _ y diciendo esto, se cubrió hasta el cuello_ No entiendo por qué estoy hablando solo_ pero analizando la situación, aceptó que no les había quedado otra alternativa. Deseando que por la mañana todo fuera favorable, finalmente se durmió.
Al día siguiente, el reloj de Daniel sonó como siempre a las siete. Se despertó sobresaltado. A los pies de la cama, en el suelo, estaba su mochila. Buscó a Rodolfo y luego fue a llamar  a José que dormía profundamente en otra habitación.
Bajaron bañados, arreglados y dispuestos a preparar café  
_ Buenos días jóvenes_ los tres miraron impávidos a la anciana que les sonreía. Y antes que estos respondieran, agregó _ Sabíamos que vendrían. _ Señora, nosotros somos unos intrusos_ dijo José preocupado _ Venimos de Córdoba, pero en un tramo del viaje, nos confundimos y tomamos este camino, nos perdimos y por accidente llegamos aquí_ En eso entró un hombre viejo y los saludó _ ¿En qué puedo servirlos? _ les preguntó. Rodolfo tomando la palabra, le pidió al anciano que le indicara el camino a seguir para llegar a la ruta que los conduciría a su destino y también le dijo que necesitaban cargar nafta  ya que no quedaba casi nada en el tanque_ Están muy lejos de sus casas yo voy a solucionarles ese problema ya, diciendo esto, el viejo salió.
José estaba inquieto, quería contarles a sus amigos que sentía un extraño frío, pero se contuvo ante el temor de que ellos no le prestaran atención. Después de todo, estaban a punto de partir.
Luego de desayunar  los tres amigos se acercaron al auto, el anciano les explicó el recorrido que debían hacer y los despidió.
_ ¿Se marcharon?_ preguntó la anciana y el viejo hizo un gesto afirmativo._ Entonces no les dijiste nada_
_ Ya lo van a descubrir _ le contestó el viejo mientras la abrazaba.


2 comentarios:

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  2. Tu también deberás esperar, para conocer el destino de estos amigos.

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