CUÉNTAME UNO DE TERROR
¡Cuéntame uno de terror, así me duermo! Todas las noches me
lo pedías. Yo tomaba la silla que había en tu habitación y me sentaba muy cerca
de la cabecera de tu cama y antes que tu hermano mayor regresara de la facultad,
comenzaba con el cuento.
No sé a qué te referías con eso de un cuento de terror, pero
pensaba más bien en que fuera uno de suspenso.
Habían recorrido varios kilómetros por un camino sinuoso…………y
si tenemos suerte encontraremos a alguien que nos diga dónde estamos- dijo el
conductor.
Yo seguía con la historia, mientras tú estabas inmóvil.
Llevada por la curiosidad, hice silencio, entonces descubrí que dormías
profundamente.
Por la mañana, te pregunté cuales fueron las últimas
palabras que habías escuchado, y me respondiste _ dijo el conductor. Así fue
cómo me enteré que el sueño te vencía en esa parte de la narración.
Si hay algo en lo que no pensé, hasta hoy, fue en
escribírtelo tal como te lo conté por aquel entonces, incluso en ilustrarlo.
En una oportunidad, lo modifiqué para leérselos a mis
compañeras de costura, en un recreo, para amenizar la tarde.
Voy a narrarte el original, comenzando por el final del
último párrafo.
UN VIAJE MUY
PARTICULAR
Por el espejo retrovisor, Rodolfo alcanzó a ver a la pareja
de ancianos abrazados.
Ya divisaban las luces de su querida ciudad, cuando de repente vieron cómo una enorme tormenta de arena, comenzaba a cubrirla.
Después que la tormenta pasó, todo había desaparecido,
frente a sus ojos.
Los tres estaban aterrorizados, no podían creer lo que
habían vivido.
_Esto es una pesadilla, no nos puede estar pasando de verdad_
dijo Daniel.
Él siempre hacía bromas sobre experiencias extraordinarias,
que la gente se animaba a contar por distintos medios.
Decidieron buscar auxilio y no pudieron dar con otras
personas. Nuevamente se encontraron a las puertas de la mansión.
José comenzó a sentir frío, mucho frío y sus amigos también
tiritaban. Todo a su alrededor estaba helado.
Unos días después, unas personas que viajaban en
auto, se detuvieron antes de caer con él a un gran cráter. Se acercaron a pie a
la orilla del mismo para intentar ver el fondo, pero éste era muy profundo.
Regresaron a la ruta,
y buscaron un camino alternativo. Después de recorrer unos kilómetros, la mujer
preguntó_ ¿A dónde nos conduce este camino?_
Detrás de una reja, alcanzaron a ver a muchas personas que
recorrían la estancia.
Se encontraban en el mismo lugar donde los jóvenes habían
pasado la noche, durmiendo en las habitaciones, donde por la mañana, tuvieron
ese extraño encuentro con un par de ancianos.
Pero de todo esto, ellos jamás se iban a enterar.
Esto es con lo que se encontraron. Una gran
construcción que parecía casi un
castillo y varias estatuas. Todo era de hielo.
Lo curioso era que nadie podía explicar cómo en verano, el
hielo no se derretía.
Cuenta la leyenda, que en ocasiones, algunas figuras desaparecían. Mientras que otras nuevas ocupaban su lugar.
Mi querido ET, despues de este relato me dieron deseos de tomarme un Whisky, pero sin hielo por favor.
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